No se si fue un error o no, no se como se manejan en Yahoo para poner las noticias destacadas, normalmente son extraídas de algún medio de prensa, pero hoy pasó algo extraño, y por tan solo 24 horas en Yahoo Argentina quedó destacada una nota sobre los niños rata de Mongolia escrita en un blog personal de hace 3 años a la fecha, como las 24 horas ya han pasado les dejo el link para que lo vean:
http://zolsaihan.blogspot.com/2005/01/nios-rata.html
El asunto es que esta "casualidad" (que no es la primera que me ocurre) de un error en Internet me lleve a conocer gente nueva y un blog maravilloso que ahora agregaré en mis destacados, aparte de esto, las 24 horas de fama hicieron que muchas personas conocieran este blog y algunas dejaran sus comentarios, muy buenos por cierto.
Y este blog me movió a la reflexión de unas noticias sobre la ciudad de Buenos Aires, sobre la gente que vive en las alcantarillas (esas que sirven para acceder a las tuberías de desagüe de agua de lluvia, o para acceder a las cajas de electricidad maestras de los transformadores) y en todo hueco que encontraran para pasar la noche, esas personas ni siquiera tienen el techo de una villa miseria, o de un edificio abandonado, o de los vagones de tren ocupados, pero recuerdo en la entrevista que eran solidarios entre ellos, no eran pertenecientes a una misma familia, simplemente se juntaban y cuidaban entre ellos, la diferencia con los niños de Mongolia es que no son solamente niños, sino gente adulta, gente que alguna vez vivió bien, alguno fue profesor de ingles, y así la vida los empujó a esa situación, a vivir junto con los que nunca vivieron bien, a juntarse y ayudarse a sobrevivir, a cambiar de lugar cuando la lluvia arrecia, a buscar la comida diaria entre las cosas que a los demás les sobra.
La otra noticia más reciente es la que daba cuenta que cada verano la ciudad Autónoma de Buenos Aires realiza por la noche un censo de cuantas personas viven en las plazas de la ciudad (o sea duermen al aire libre), lo hacen recorriendo las distintas plazas y contándolos desde un vehículo, y si es posible, preguntándoles directamente. Lo interesante es que esto es una práctica común de hace varios años.
Entonces ante el horror de Mongolia, nosotros tenemos el mismo horror, lo vemos todos los días, pasamos al lado de él todos los días, y como los habitantes de Mongolia, lo ignoramos, damos vuelta la cara, miramos para otro lado, los despreciamos, no nos juntamos con ellos porque son ladrones, rateros, o simplemente los llamamos vagos.
Muchos claman a las organizaciones que hagan algo, UNICEF, Acción Social de la Nación, gobiernos provinciales, etc. etc. etc. pero la verdad es que nosotros somo la sociedad y ellos son nuestro reflejo, si te indigna que pasen esas cosas pues haz algo, sino eres un tonto más que contribuye a eso que te indigna y por lo tanto un verdadero hipócrita. Siempre recuerdo la frase de Susanita, "No soporto ver a los pobres, hay que ocultarlos en algún lugar".
No seamos como Susanita.
No solo es donar dinero, es integrarlos, es darle un lugar, es tratarlos como seres humanos, la madre Teresa cuidó de un moribundo que estaba cubierto de llagas, con lo cual, además de su mala apariencia, despedía un olor horrible, ella lo único que hizo fue limpiarle las llagas y acompañarlo en su último paso por la vida, esta persona antes de morir le dijo sonriendo "he vivido mi vida como un animal pero muero como un hombre". Y es que en el fondo lo que necesitamos es que alguien nos ame, o al menos se interese por nosotros.
No solo es donar dinero, es donar vida, tu vida, que es lo más difícil, primero cambiando el preconcepto sobre las personas, hay personas vagas pero no todas son vagas, hay ladrones, pero los hay bien vestidos, rubios y de ojos azules.
El segundo paso es poner en práctica este cambio de concepto, y darle una oportunidad a las personas para que sean humanas interesándote por alguien, empieza al menos por uno, lo demás viene solo, y no se trata que te lleves a un niño de la calle a vivir contigo (si puedes mejor), se trata de hacer algo aunque sea mínimo por el otro, la Madre Teresa el primer día de su misión, cuando entró en la parte pobre de Calcuta, sin dinero y solo con su habito de monja, se dirigió a uno de los miles de pobres tirados en la calle he hizo lo único a su alcance, con un trapo y agua le limpio las llagas del cuerpo, solo a uno.
Lo que le dio a ese hombre fue mucho más que solo un baño, le dio compañía, le dio compañía a un hombre marcado por su sociedad como "intocable" al cual ni siquiera se le podía dirigir la mirada. Lo trato como a un ser humano, le dió dignidad, lo trató como a su igual, lo trató como a su hermano, lo cuidó como una madre a un hijo. Dió mucho con solo un gesto, y más tarde, cuando tuvo la oportunidad, dió más, comida y casa, medicamentos y cuidados, estudios y trabajo, pero todo empezó con un gesto.
Por eso, primero, antes de salvar al mundo, cambia tus gestos, cuando te pidan una moneda preguntales como va la vida, como está el clima, de que equipo son inchas, si estudian o no estudian, cuales son sus sueños, cuales sus esperanzas, porque el sentirse parte de algo ya es importante, y cuando tengas la oportunidad, da un poco más.
jueves, 28 de febrero de 2008
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