viernes, 26 de octubre de 2007

El Fin del Mundo

Existen muchas profecías del fin del mundo, cada cultura tiene la suya, algunas le han puesto fechas, la mayoría han pasado sin novedad, sin embargo como lector de la Biblia (que contiene varias) identifique una que, con los pocos que he consultado no la toman como tal, quizás sea que no tenga que ver con el fin del mundo, pero dado su carácter catastrófico siempre lo asocié con él.

Esta pequeña profecía se da en una pequeña escena, Jesús es condenado a muerte y obligado a cargar con su cruz para ser crucificado, es obligado a caminar a la vista del pueblo, en cierto momento unas mujeres se le acercan llorando y él en un extraño acto, les dice: "Mujeres de Jerusalén, no lloren por mí, lloren más bien por sus hijos, porque llegará el día en que se dirá, felices las estériles y los pechos que no amamanten, les aseguro que ese día pedirán a la tierra que los trague y a los cerros que los oculten, porque si eso hacen con el árbol verde, que le espera al árbol seco".

Y el día a llegado, en cierta forma existe un movimiento cultural que plantea eso, felices las estériles y las que no amamanten, porque se pueden dedicar a disfrutar la vida, los hijos son un lastre que frena económicamente y en el caso de las mujeres, en su libertad para hacer lo que se gusta, ya sea salir a divertirse o tener una carrera profesional.

Actualmente se es demasiado joven para tener un hijo, hasta que cuando se dan cuenta ya se es demasiado viejo (si se dan cuenta). La vida está para disfrutarse y no para renegar con esos mocosos.

¿Por qué son felices las estériles?, pues porque no tienen que preocuparse de los métodos anticonceptivos, ni contar días, ni si todo falla, si abortar o entregar el niño. Es el estado ideal.

En 200 años la población de Europa (la original) desaparecerá (o al menos quedaran bastante pocos con respecto a la población actual), no será un holocausto nuclear, no sera una peste divina, simplemente no están teniendo hijos que los reemplacen, una vez que el último niño europeo (original) muera de viejo, se acabó.
Y por mi país la cosa va para ese rumbo según los índices de natalidad.

Y entonces el fin del mundo llega, al menos de nuestro mundo, el que conocemos, está matemáticamente condenado a morir, tal es así que tomando los índices de nacimientos y defunciones uno puede calcular con relativa exactitud la fecha del mismo.

Y la profecía se cumple, pero en realidad eso ni es ni la mitad de lo que dice esas pocas palabras.

Les anuncia algo terrible, algo inconcebible para ellos, para los judíos de la época, aquellos que lo escucharon, es tan terrible que espantados querrán morir para no verlo. Algo así como los que dicen que en caso de guerra nuclear los sobrevivientes envidiaran a los muertos a causa de los sufrimientos padecidos por la radiación.

Y el motivo es más que sencillo, "porque si eso hacen con el árbol verde, que se puede esperar que hagan con el seco" cuya traducción sería, si eso hacen con lo más importante y sagrado que existe, que le espera a los demás.

Los hijos son lo sagrado por excelencia, es lo único que evita que simplemente desaparezcamos sin más al morir, nosotros llevamos parte de nuestros padres y nuestros hijos llevaran parte de nosotros, y esto no es poético, esto es científico, descubierto por Freud, y desarrollado por el campo de la psicología y el comportamiento, gran parte de nuestra personalidad se pega de los padres, pasa a nuestros hijos.

Esto no quiere decir que todas las personas comulgan con las ideas de que los hijos es mejor no tenerlos, sino no hubiera niños en el mundo, pero de que existe todo un movimiento al respecto es al menos preocupante, no porque el movimiento sea en si malo, sino por el aspecto que cubre, la liberación femenina no debería ser liberación de los hijos o la imagen de que los hijos son la fuente de la esclavitud femenina. Claro que los hombres no se quedan atrás y sin liberación masculina de por medio, también piensan que los hijos son fuente de molestia, ellos también quieren divertirse y tener una carrera profesional.